Mindfulness para la Depresión Postparto

En la mayoría de las clases prenatales no se informa a las mujeres de los problemas y las dificultades psicológicas y emocionales que se pueden experimentar tras el nacimiento. Pues, si bien se supone que tras la llegada del bebé los padres deberían estar pletóricos, felices y entusiasmados, también, en muchas ocasiones surgen emociones como la inseguridad, el miedo, la soledad y es necesario saber que pueden aparecer y que sólo requieren que se atiendan y validen.
Durante el embarazo, el parto y el posparto, debido a las modificaciones cerebrales y hormonales que suceden, las mujeres nos encontramos en un momento más vulnerable a nivel psicológico y emocional. Esto es así, porque la naturaleza ha previsto que la madre necesita tener una especial sensibilidad emocional para poder reconocer las necesidades de su bebé y atenderlas.
Hay que tener en cuenta que alrededor del 50% de las mujeres puérperas experimentan lo que se denomina «maternity blues» que consiste en una serie de síntomas como tristeza, labilidad emocional, llanto frecuente, preocupación por no saber cuidar al bebé… que es debido, en parte a la caída hormonal que sucede tras el parto, y los cambios sociales y psicológicos que conlleva adaptarse al nuevo rol de ser madre. Estos síntomas suelen aparecer entre el tercer y el quinto día tras el nacimiento y puede durar un par de semanas. No llega a ser tan grave como un trastorno de depresión mayor. Saber acompañar a la madre y dar sostén a sus emociones, tan ambivalentes en esos momentos, es clave para una buena evolución.
Cuando la madre que acaba de dar a luz a su bebé no tiene los apoyos necesarios, se siente sola, no se siente comprendida, se siente incluso, avergonzada y mala madre por no estar feliz de tener a su bebé en brazos y sobre todo, si previamente en el embarazo ha habido síntomas depresivos, es necesario que se ponga especial atención ella, pues el riesgo de que aparezca una depresión posparto se multiplica.
A los síntomas depresivos se pueden sumar síntomas característicos de la ansiedad (nerviosismo, insomnio, alteraciones del apetito…). Es fundamental que esa diada madre bebé reciban ayuda. Porque las consecuencias no sólo afectan a la madre, sino que también al bebé y al vínculo entre ellos.
Los estudios muestran que la práctica de la atención plena o MINDFULNESS tiene un potencial muy beneficioso para reducir sintomatología ansioso-depresiva, reducir el estrés y aumentar en nivel de consciencia. Estos programas están adaptados a la etapa perinatal y promueven la salud mental materna durante el embarazo.
Mindfulness o conciencia plena se refiere a la capacidad de mantener la atención en el momento presente, de una manera consciente, sin juzgar la experiencia que vaya surgiendo, con una actitud de curiosidad y aceptación de cada sensación o fenómeno mental que aparezca. Gracias a la práctica regular de mindfulness se consigue un mayor autoconocimiento y regulación emocional, mejora el insomnio y se reduce considerablemente el estrés y la ansiedad.