CUIDANDO LA DÍADA MADRE-BEBÉ

En algunos hospitales, todavía se sigue llevando a cabo el protocolo de llevarse al bebé nada más nacer para pesarlos, medirlos y otras muchas más intervenciones para nada necesarias o que perfectamente se podrían realizar sobre el cuerpo de su madre. Algunas veces, esta separación dura horas, sobre todo si el nacimiento ha sido a través de una cesárea, aunque hay maternidades donde la madre puede permanecer en contacto piel con piel con su bebé recién nacido, mientras los médicos terminan la operación.
Aquí en España, esto no suele ser la norma, al igual que cuando el bebé nace y presenta algún tipo de dificultad, se lo llevan a la UCIN (Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales) separándolo de lo único que conoce y le da seguridad, su MADRE. Pasan días, incluso semanas en un lugar que nada se parece al sitio que han conocido durante la gestación, sin el olor de su madre, sin el calor de su madre, sin el sonido y sin el amor y la protección de su madre. Al cabo de dos o tres días, según el tipo de parto que haya tenido la mujer, le dan el alta y su bebé tiene que quedarse en el hospital, en muchos casos, con consejos de los profesionales que allí están, en los que la instan a irse a casa a «descansar» y volver cuando «le toque» la toma.
Dos conceptos muy contranaturales, puesto que tras el nacimiento, lo que biológicamente ha predispuesto la naturaleza es que madre y bebé estén juntos, piel con piel y una madre sin su bebé no puede descansar y un bebé sin su madre tampoco. El pico de oxitocina generado tras el parto, si se ha respetado su fisiología, hace que las madres no quieran separarse de su cría, tengamos en cuenta que si esto pasara en plena selva, el bebé moriría atrapado por un depredador.
Y, por otro lado, los bebés recién nacidos no tienen horarios en las tomas, o, al menos no deben tenerlos. La lactancia debe ser a demanda, sin tiempos ni prisas. Además, recordemos que para que una lactancia se instaure de manera adecuada el bebé tiene que realizar la primera toma en la primera hora de vida y tiene que realizar succiones frecuentes, pues cuanta más succión, más producción.
Un bebé necesita sentir el olor de su madre para engancharse al pecho, necesita no solamente alimento nutricional, también todas las sensaciones visuales, auditivas, olfativas, táctiles y kinestésicas que le proporciona su madre en el momento de ser amamantado. A través de la succión le llega la leche de su madre, pero también todo su amor y seguridad.
El bebé mama cuando tiene hambre, pero también cuando se encuentra cansado, estresado, cuando tiene dolor o cuando simplemente quiere mimos de su madre. Y es ahí, el pecho y el regazo de la madre donde está su hábitat, no en una cuna de plástico, con pitidos, luces deslumbrantes y voces desconocidas.
Las implicaciones de la separación de la díada madre-bebé en los primeros días de vida son:
- Dificultad en el establecimiento del vínculo
- Dificultades en el establecimiento de la lactancia
- Aumento del estrés en el recién nacido, lo que alarga su recuperación
- Aumento del estrés en la madre puérpera, incrementando el riesgo de depresión y ansiedad posparto
La Carta Europea de los Niños y Niñas Hospitalizados recoge los derechos de los menores que tienen que quedarse ingresados en los hospitales, y entre ellos aparece el Derecho a estar acompañados permanentemente por su padre, madre o las personas cuidadoras.
Por lo tanto, no es un capricho, es un derecho que estos niños y niñas no sean separados de su madre o persona a cargo de su cuidado si la madre no estuviera en condiciones, necesitándose más Unidades Madre-Bebé, para que, en aquellos casos que sea necesario el ingreso tanto de la madre como del bebé, ambos puedan estar juntos, si no hay justificación médica que lo desaconseje.
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¿Qué es Método NACES?
Las siglas NACES significan «nueva activación de códigos de códigos esenciales». Lo que quiere decir es que es como si la mujer pudiera dejar atrás «códigos» que se imprimieron en su mente debido a sus experiencias previas y pudiera cambiar creencias e ideas, que le lleven a poder disfrutar de su embarazo y el nacimiento de su bebé.
Método NACES es un acompañamiento físico, emocional y psicológico, que cambia la conciencia de la maternidad. Su creadora es la psicóloga y sexóloga Esther Navarro, a quien podéis seguir en su red social de Instagram @metodonaces.oficial
Se basa en los conocimientos de la psicología, la fisiología del cuerpo femenino, la sexología, el procesamiento neurolingüístico (PNL), la hipnosis clásica y ericksoniana y la psiconeuroinmunología. Y se utilizan para su aplicación visualizaciones, afirmaciones positivas, emociones y relajación, entre otras técnicas.
El uso clásico de NACES, es de cara al futuro nacimiento del bebé, dirigiéndose por tanto a mujeres embarazadas y su familia. Ayudamos a la mamá a visualizarse, en un estado de calma y tranquilidad, dando a luz. Facilitamos que adquiera la confianza y seguridad en ella misma y en su bebé, en la sabiduría de sus cuerpos y en sus capacidades innatas para, llegado el momento, colaboren mutuamente en el proceso del nacimiento.
Modificamos las creencias negativas que se vienen arrastrando del proceso del nacimiento como algo doloroso e insoportable para cambiarlas por un momento empoderador, de fuerza y conexión con una misma. Se trabajan pensamientos y emociones con el consciente y con el inconsciente, porque este último es el que se pondrá en marcha en el momento de dar a luz y es importante que las creencias que haya en él sean positivas y no limitantes. La manera en que pensamos y sentimos tiene mucho que ver con cómo reacciona nuestro cuerpo, y con nuestras palabras, vamos potenciando procesos hormonales que serán fundamentales para el nacimiento: producción de oxitocina, endorfinas y serotonina.
De esta manera, no sólo conseguimos que la madre llegue al final del embarazo confiada en su capacidad de ayudar a nacer a su bebé, sino que también disfrute del proceso de gestar en su vientre a una nueva vida, que pueda conectar con ese bebé, sentirlo, imaginarlo… favoreciendo ya el vínculo desde el embarazo, lo cual será beneficioso de cara al posparto. También incluimos a la pareja, otros hijos o familiares y amigos más queridos para la embarazada, haciendo que ellos también puedan sentir esa conexión con el bebé y que el proceso sea más emocionante todavía para todos.
¿Cómo trabajamos estos pensamientos y emociones?
Para entender la eficacia de NACES, necesitamos conocer a grandes rasgos, cómo es nuestro cerebro. En nuestro cerebro hay dos grandes «sistemas»: la corteza cerebral, que es la que nos diferencia del resto de animales y la que nos permite tener conciencia, reflexión y voluntad. Y por otro lado el subcórtex o cerebro primitivo, que es donde se alojan todos los instintos más básicos, el que reacciona automáticamente ante un posible «ataque» y donde se alojan los miedos. Para esta parte del cerebro todo es real. Un ejemplo claro de esto es cuando estás en el cine viendo una película de miedo y a pesar de que conscientemente sabes que es una película, que no es real y que estás en el cine sentado comiendo palomitas, tu inconsciente se sobresalta o se te acelera el corazón en los momentos de más suspense. Es aquí donde se encuentran todas nuestras creencias más arraigadas sobre nosotros mismos, sobre los demás y el entorno que nos rodea, fruto de experiencias vividas a lo largo de nuestra vida.
Por otro lado, en nuestro cerebro las neuronas se comunican a través de impulsos nerviosos, lo que genera, en un electroencefalograma, una serie de ondas (gamma, beta, alfa), que según el estado en el que nos encontremos son de una u otra manera. Las ondas alfa son aquellas que se producen en momentos de profunda relajación, cercanos al sueño y se ha comprobado que la información se graba más fácilmente en nuestro inconsciente.
Por ello, en las sesiones NACES utilizamos una música suave que produce en nuestro cerebro ondas alfa. Así las visualizaciones y afirmaciones que le vayamos diciendo a la mamá se le quedarán mejor ancladas. Hay que puntualizar, que la mujer está consciente y despierta, sólo se encuentra muy relajada y con su parte consciente inhibida, que no eliminada.
¿Cuándo utilizar Método NACES?
Los profesionales de Método NACES, podemos acompañar a la mujer embarazada durante su embarazo (lo recomendable es a partir de las 20 semanas que es cuando se empieza a notar al bebé) y también durante el momento del nacimiento si ella y su pareja lo desean, potenciando aún más el efecto.
Y Esther Navarro, su creadora, ha ido más allá, adaptando NACES a otras etapas de la vida de las mujeres: infertilidad, menopausia precoz, histerectomía, pérdidas gestacionales, lactancia materna y un sinfín de circunstancias a las que pueden enfrentarse las mujeres a lo largo de su vida reproductiva y que pueden ser potencialmente dañinas para su autoestima y autoconfianza.
Así que, método NACES está indicado para todas aquellas mujeres que deseen recuperar el poder, la confianza y amor en sí mismas y en su propio cuerpo. Es más que un simple acompañamiento, es vivir con esa mujer el redescubrir el increíble poder de su cuerpo perfecto.
Ver MásMindfulness para la Depresión Postparto

En la mayoría de las clases prenatales no se informa a las mujeres de los problemas y las dificultades psicológicas y emocionales que se pueden experimentar tras el nacimiento. Pues, si bien se supone que tras la llegada del bebé los padres deberían estar pletóricos, felices y entusiasmados, también, en muchas ocasiones surgen emociones como la inseguridad, el miedo, la soledad y es necesario saber que pueden aparecer y que sólo requieren que se atiendan y validen.
Durante el embarazo, el parto y el posparto, debido a las modificaciones cerebrales y hormonales que suceden, las mujeres nos encontramos en un momento más vulnerable a nivel psicológico y emocional. Esto es así, porque la naturaleza ha previsto que la madre necesita tener una especial sensibilidad emocional para poder reconocer las necesidades de su bebé y atenderlas.
Hay que tener en cuenta que alrededor del 50% de las mujeres puérperas experimentan lo que se denomina «maternity blues» que consiste en una serie de síntomas como tristeza, labilidad emocional, llanto frecuente, preocupación por no saber cuidar al bebé… que es debido, en parte a la caída hormonal que sucede tras el parto, y los cambios sociales y psicológicos que conlleva adaptarse al nuevo rol de ser madre. Estos síntomas suelen aparecer entre el tercer y el quinto día tras el nacimiento y puede durar un par de semanas. No llega a ser tan grave como un trastorno de depresión mayor. Saber acompañar a la madre y dar sostén a sus emociones, tan ambivalentes en esos momentos, es clave para una buena evolución.
Cuando la madre que acaba de dar a luz a su bebé no tiene los apoyos necesarios, se siente sola, no se siente comprendida, se siente incluso, avergonzada y mala madre por no estar feliz de tener a su bebé en brazos y sobre todo, si previamente en el embarazo ha habido síntomas depresivos, es necesario que se ponga especial atención ella, pues el riesgo de que aparezca una depresión posparto se multiplica.
A los síntomas depresivos se pueden sumar síntomas característicos de la ansiedad (nerviosismo, insomnio, alteraciones del apetito…). Es fundamental que esa diada madre bebé reciban ayuda. Porque las consecuencias no sólo afectan a la madre, sino que también al bebé y al vínculo entre ellos.
Los estudios muestran que la práctica de la atención plena o MINDFULNESS tiene un potencial muy beneficioso para reducir sintomatología ansioso-depresiva, reducir el estrés y aumentar en nivel de consciencia. Estos programas están adaptados a la etapa perinatal y promueven la salud mental materna durante el embarazo.
Mindfulness o conciencia plena se refiere a la capacidad de mantener la atención en el momento presente, de una manera consciente, sin juzgar la experiencia que vaya surgiendo, con una actitud de curiosidad y aceptación de cada sensación o fenómeno mental que aparezca. Gracias a la práctica regular de mindfulness se consigue un mayor autoconocimiento y regulación emocional, mejora el insomnio y se reduce considerablemente el estrés y la ansiedad.
Ver MásIntervenciones en el proceso de parto

¿Qué significa intervenir en el proceso de parto de una mujer?
Realizar intervenciones durante el proceso de parto de una mujer es alterar su curso natural y fisiológico.
El parto es un proceso fisiológico e involuntario, como lo es la digestión o la respiración. Y al igual que estos procesos tienen un bajo riesgo de que se compliquen, salvo patologías previas, con el parto sucede lo mismo, por sí mismo no es un acontecimiento de riesgo y por lo tanto no tiene por qué hacer saltar las alarmas.
Nuestras abuelas, bisabuelas y anteriores ancestras no acudían a un centro hospitalario para dar a luz. Lo hacían en la intimidad de su casa, acompañadas, en la mayoría de las veces por otras mujeres de su familia, la madre, la hermana… y quizá alguna partera.
Por supuesto, que con los avances médicos se han podido salvar muchas vidas de madres y bebés que estaban en riesgo, pero son precisamente para estos casos, en los que hay riesgo previo. Sin embargo, se ha generalizado en este paradigma tecnocrático en el que vivimos, que la tecnología es mejor que la naturaleza, y no nos equivoquemos, gracias a la naturaleza seguimos vivos, gracias a la naturaleza hemos podido evolucionar durante miles de años. Por tanto, hay que buscar un equilibrio entre lo natural y fisiológico y lo técnico y medicalizado.
Lo que suele suceder al inicio del trabajo de parto, cuando comienzan las contracciones rítmicas o cuando la mujer rompe aguas, es que inmediatamente surgen los nervios (sobre todo en la persona no gestante) y se quiere salir corriendo para el hospital. Y esta es la primera intervención que se realiza, el traslado al hospital.
Sin embargo, los estudios dicen que cuando una mujer, que confía en ella misma y en su bebé, empoderada y sin ninguna complicación en el embarazo, al comenzar el trabajo de parto desea seguir con su rutina, estar en casa y decírselo a alguien de confianza (la pareja, la madre, la hermana o amiga…). Y esto tiene su sentido, la tranquilidad, la calma, la confianza, favorecen la producción de OXITOCINA, hormona indispensable para que el útero se vaya contrayendo y haya una buena progresión del parto.
Cuando acudimos al hospital, sobre todo si somos primerizas, suceden varias cosas:
- Sales de la intimidad de tu hogar, a un sitio desconocido, con personas desconocidas, o con suerte con un/a matrón/a y un/a ginecólogo/a que puede que conozcas desde hace apenas unas 40 semanas.
- Sientes cierto nerviosismo al no saber qué te pueden decir, puedes pensar que te mandarán de vuelta a casa porque consideran que no estás de parto, que quizá tu pareja no pueda entrar contigo en el primer reconocimiento en urgencias o estar aterrada por miedo a que te hagan un tacto vaginal completamente innecesario.
Y la respuesta que se genera ante estos acontecimientos es un aumento de CORTISOL, debido al estrés y al miedo sentido. Y esta hormona es incompatible con la oxitocina, que recordemos que es esencial para que las contracciones del útero vayan abriendo el cérvix y se produzca un buen progreso.
Y esta primera intervención puede abrir la puerta hacia una CASCADA DE INTERVENCIONES que se encadenan. Si el proceso de dilatación se enlentece o detiene porque la madre está asustada o estresada (cortisol vs oxitocina) los profesionales sanitarios pueden decidir administrar oxitocina sintética. Para ello, hay que poner una vía endovenosa y esta oxitocina sintética puede hacer que las contracciones sean tan dolorosas que la mujer, que no tenía pensado ponerse la epidural, la pida, con la consiguiente inmovilización que implica que la madre no puede ayudar al bebé con sus movimientos a descender por el canal del parto. Y además, si se ha administrado demasiada oxitocina sintética, se puede causar sufrimiento fetal, pues el bebé no aguanta la intensidad de las contracciones. Entonces, tanto si el bebé no se puede colocar bien para descender, como si tiene signos de sufrimiento, se interviene con actuaciones como: ventosa, fórceps, maniobra de Kristeller, episiotomías y en el caso más grave, cesáreas innecesarias, porque si se deja tranquila a la madre, en su intimidad y privacidad, su cuerpo va a realizar el trabajo, junto con el bebé para que se produzca el nacimiento de la mejor manera posible. Y haciendo esto, hubiera complicaciones, entonces sí sería necesario intervenir, pero no es lo que suele ocurrir por norma general.
Por lo tanto, es esencial que las madres tengan información sobre cómo se desencadena el parto y qué procesos se producen, además de empoderarla durante todo el periodo prenatal y permitir que esté acompañada por una persona de su elección para que disponga del apoyo emocional necesario en un acontecimiento tan trascendental como es el nacimiento de un hijo.
Ver MásEmpoderamiento de la mujer embarazada

✴ EMPODERAMIENTO DE LA MUJER✴
💪El empoderamiento permite a la persona ganar confianza y seguridad en sí misma, es decir, sentirse capaz de decidir y actuar de acuerdo a sus principios.
♀️ Es importante empoderar a las mujeres en general y a las embarazadas en particular. Somos mamíferas y como tal tenemos la capacidad biológica, innata de gestar y parir, aunque paradójicamente somos la especie que más problemas tiene para hacerlo.
🤰🏿¿Cómo se puede ayudar a empoderar a una mujer embarazada?
🔹️Apoyo: tanto de sus parejas como de los profesionales
🔹️Información: es importante conocer cómo funciona nuestro cuerpo, el por qué de los protocolos en los partos y la medicalización de los mismos y cómo hemos llegado a esta situación social.
🔹️Cuidados: una mujer que está de parto necesita sentirse cuidada, respetada y tenida en cuenta.
➡️Si conseguimos que una mujer se sienta empoderada en el momento del parto, sabrá escuchar a su cuerpo y lo que es mejor para ella y su bebé, aunque los parámetros físicos digan otra cosa, podrá decidir y pedir aquello que necesita, sabrá que será capaz de dar a luz a su hijo/a y podrá tener una experiencia placentera y positiva del parto, previniendo así dificultades emocionales en el posparto.
👥 Por desgracia nos encontramos en una sociedad muy desconectada de sus instintos, de sus cuerpos y en la que el embarazo y parto no se tratan como procesos fisiológicos normales, sino como enfermedades con el objetivo de controlar(nos) en todo el proceso. Pero no me extiendo más porque daría para otro post.
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Ver MásEl hábitat materno

Cuando un bebé nace lo que espera es encontrarse a su MADRE: su olor, su calor, su protección, su pecho, su voz…
Si en vez de esto, cuando al nacer se encuentra con un lugar frío, lleno de luces brillantes, ruidos intensos, gente extraña y encima lo dejan solo, ¿cómo piensas que se puede sentir?
Asustado , inseguro, nervioso, en peligro
. Esperaba un ambiente seguro y se encuentra con uno en el que tiene que sobrevivir sin su madre, la que ha sido su hogar durante 40 semanas. Y esto unido al estado tan vulnerable en el que se encuentra el cerebro hará que la manera en la que ha nacido deje una huella en él de por vida.
De ahí la importancia de NO SEPARAR al bebé de su madre. El contacto PIEL CON PIEL debe hacerse de manera inmediata tras el nacimiento o lo más pronto posible.
Empecemos a cuidar nuestra salud mental desde el momento en que nacemos.
Ver MásLa magia del parto
💫LA MAGIA DEL PARTO 💫
El parto es un momento trascendental y transformador en la vida de una mujer.
Un parto fisiológico y espontáneo se inicia gracias a que el cerebro del bebé👶🏻, que ya se encuentra preparado, segrega ciertas hormonas que pasan a la sangre de la mamá y viajan hasta su cerebro para comenzar con el baile de hormonas que culminará con el nacimiento del bebé.
El parto es un evento neurohormonal ÚNICO E IRREPETIBLE, es decir, la manera en la que se encuentran los cerebros🧠 de mamá👩🏻🦰 y bebé 👶🏽es imposible de reproducir en un laboratorio en otro momento de la vida.
La oxitocina, las endorfinas y las catecolaminas juegan un papel fundamental que hacen que durante y justo tras el parto el cerebro 🧠 se encuentre especialmente sensible al entorno que le rodea, es decir, que todo lo que ocurra quedará fuertemente grabado en la memoria de la mamá y del bebé 📸.
¿Os hacéis una idea de por qué hay que cuidar tanto las circunstancias y detalles que rodean al parto?
Ver MásEl rol del acompañante durante el parto
Durante el trabajo de parto la mujer suele elegir a su pareja👭👫 como la persona que quiere que la acompañe durante el proceso.
La persona acompañante puede adoptar 3 roles diferentes ante la situación:
🗣Coach: depende de como se mire, puede ser positivo o negativo. El acompañante anima, motiva e incluso dirige a la mujer durante el trabajo de parto, lo que puede resultar molesto para ella si es demasiado invasivo y se olvida de que la verdadera protagonista de este proceso es ELLA 🤰
🤲Compañero/a: ambos forman un equipo y él/ella tiene en cuenta las preferencias y necesidades de la mujer, intentando responder a ellas y sabiendo que ella es el centro de esta experiencia.
👀Testigo: adopta una actitud pasiva, bien por propia voluntad o bien por verse obligado a ello. Esta postura puede no ser del todo negativa, ya que al observar todo el proceso puede ayudar a reconstruir el relato del parto a la mujer. La necesidad de construir una narrativa del proceso de parto es una necesidad que tienen la mayoría de las mujeres en el postparto inmediato.
La preparación al parto centrada en los acompañantes aportaría muchos beneficios a las mujeres que van a dar a luz, se comprenderían muchas cosas de las que suceden en el proceso, se tendría información para saber actuar y atender las necesidades de la mamá y prepararían psicológica y emocionalmente a las personas acompañantes para afrontar un evento tan trascendental como es el parto.
Ver MásVínculo Prenatal

El vínculo prenatal, también llamado VÍNCULO MATERNO-FETAL es el proceso psicológico que ocurre cuando la mujer embarazada (o también la pareja) se imaginan al bebé que está formándose en el útero como un ser humano real. Es una relación unidireccional de la madre al bebé.
Conlleva aspectos emocionales y cognitivos y se considera un predictor de la calidad de la vinculación tras el parto. Las madres que esperan a su bebé invierten toda su atención en él, en su bienestar y protección.
Aspectos que favorecen el VÍNCULO PRENATAL:
– El momento de las ecografías y escuchar el latido del corazón del bebé ayudan a representar como un ser independiente a su hijo/a. La oportunidad de verle antes de nacer, sacarle parecido a algún familiar y constatar que una pequeña persona está creciendo dentro del vientre hacen que sea más fácil tener una representación de ese bebé.
– Que la mamá piense en su bebé, incluso le atribuya rasgos de personalidad o se lo imagine físicamente. Todos conocemos a papás y mamás que se imaginan a su bebé, que sienten que se parecerá a uno u otro, que tendrá un carácter fuerte porque da muchas patadas o que será muy nervioso porque no para de moverse dentro de la tripa de su madre.
– Interactuar con el bebé, hablarle, cantarle, leerle…
– Conductas de autocuidado: buena alimentación, abandono del consumo de alcohol, tabaco… Con el fin de proteger y ayudar al bebé a desarrollarse de una manera correcta y se encuentre sano.
Es posible que exista la creencia generalizada de que este tipo de apego se da siempre, pero no es así y algunas madres tienen dificultades para vincularse con su bebé. Por eso un buen acompañamiento y guía por parte de un profesional puede ser de ayuda para poder trabajarlo antes de dar a luz y favorecer así el apego en el posparto.
Por lo tanto, promover un buen vínculo durante el embarazo puede ayudar a establecer un apego de calidad en el tras el parto, a la vez que a aumentar la sensibilidad de la madre a las necesidades de su recién nacido y una mejor adaptación a la maternidad.
Ver MásMatrescencia

Sabemos que en la adolescencia el cerebro de los chicos y chicas cambia. En la adolescencia, al igual que ocurre en el embarazo, hay un aumento significativo de hormonas esteroides sexuales que van modificando el cerebro con la intención de adaptarse a la nueva situación que devendrá. En este periodo se produce una poda sináptica, es decir, el cerebro perfecciona sus funciones para adaptarse a la vida adulta en la que tendrán que ejercer funciones diferentes a las que se venían desempeñando ahora.
El cerebro de las mujeres embarazadas, debido al aumento de hormonas propias del embarazo, también se modifica y estos cambios permanecen en el tiempo, de manera que sería posible saber si una mujer ha estado o no embarazada solamente basándose en su estructura cerebral. Un equipo dirigido por la psicóloga Susana Carmona, ha descubierto que los procesos cerebrales ocurridos en la adolescencia y en el embarazo son muy similares. En ambos se produce una reducción de conexiones neuronales (sinapsis) que optimiza su funcionamiento. Por eso al periodo que permite al cerebro modificarse gracias a su neuroplasticidad que se produce en el embarazo se le ha denominado: MATRESCENCIA. Así el cerebro de la futura mamá se prepara para poder sensibilizarse a las necesidades de su bebé iniciando el comportamiento maternal de protección y atención.
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